El mundo de los coleccionistas

*Un mundo de piezas únicas, como si pertenecieran a un museo, aparecen en el Centro de Novedades de Puebla, un lugar que abrió sus enormes puertas de madera en 1959.

Guadalupe Bravo

Puebla, Pue.- Alicia y José León con frecuencia visitaban el Centro de Novedades Puebla, una tienda de regalos que gracias a su nombre no tenía cabida para la imaginación, aunque sí era, y sigue siendo, el hogar de criaturas, culturas y curiosidades que solo tienen espacio en la mente más creativa.

En esta tienda, que más que un local, es un edificio colonial, se imaginaban donde colocarían la lámpara de piso a techo que comprarían para la sala, donde pondrían el cuadro de la Virgen de Guadalupe y hasta el gran comedor de madera.

De esos sueños han pasado 33 años, y aunque el tiempo carcomió sus ilusiones, el Centro de Novedades de Puebla sigue firme, abriendo sus enormes puertas de madera, como lo hizo desde 1959.

La tienda de regalos y mueblería es la guardiana de piezas únicas, desde hadas del bosque hasta Don Quijote de la Mancha, desde fauna silvestre hasta figuras de Anubis.

El ojo humano queda atónito y alborotado pues cada pared, rincón o pequeño espacio está cubierto de una pieza sin igual que cuenta una historia y se identifica con algún comprador.

Adentrarse al sitio, ubicada sobre la calle 5 Norte entre la Avenida 2 poniente y Reforma, es encontrarse con más de 60 años de historia entre tableros de ajedrez con el calendario mexica, figuras ninja samurai japonés y hasta tazones de “La última cena”.

El edificio de dos pisos no solo alberga figuras y automóviles clásicos a escala, también muebles como recámaras completas, comedores y tocadores, que la hacen parecer más que una mueblería, una casa de la Nueva España.

Desde la apertura del comercio de novedades, el Centro Histórico ha cambiado. Ahora, a los costados, existen tiendas de empeño que cada cuesta de enero se abarrotan. Las personas hacen fila para despojarse de sus artículos más preciados o lujosos.

Al mismo tiempo que observan las vitrinas repletas de figuras de antaño, recuerdos que parecieran salidos de la casa de los abuelos o esculturas que fácilmente serían una reliquia familiar.

Desde hace más de seis décadas, los poblanos y turistas visitan el Centro de Novedades Puebla y realizan un recorrido en la tienda, como si de una galería de arte o un museo se tratara.

Los trabajadores de la tienda de regalos, acostumbrados a ver las miradas maravilladas y comentarios positivos, le dan a cada uno de los clientes el tiempo necesario para admirar cada pieza hasta elegir la que más conecta con ellos.

Podrán pasar los años, las cortinas de los locales aledaños subirán y bajarán y el Centro de Novedades Puebla seguirá de pie, pues se ha convertido en un referente de distinción, nostalgia y cultura.

 

 

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